La poco amistosa relación de los hermanos Gallagher tras la separación de Oasis el 2009, a muchos nos había hecho perder toda esperanza de verlos reunidos nuevamente y mucho menos en una presentación en vivo.

15 años tuvimos que esperar para el milagro musical. A las 21:05 hrs. del miércoles salieron al escenario del Estadio Nacional Liam y Noel Gallagher acompañados de su banda. La mágica noche de britpop partía con Hello, canción del disco (What’s the Story) Morning Glory?

Como ya sabíamos, el concierto se concentró en la primera etapa de la banda. De los discos Definitely Maybe (1994) y el mencionado (What’s the Story) Morning Glory? (1995) salieron más de la mitad de las canciones. Fue un concierto impecable de 2 horas que nos transportaron a lo mejor de los ’90.

En la parte final, luego de interpretar Don’t Look Back in Anger, Wonderwall y el cierre con Champagne Supernova, vino un espectáculo de fuegos artificiales que fue la guinda de la torta para uno de los más grandes conciertos de este año en Santiago.

Yo también aproveché de llevarme un recuerdo de la noche: una polera retro de la banda. Aunque siempre el mejor recuerdo es haber disfrutado de la música en vivo.

Demasiado poco para lo grande que es Ashcroft. El cantante británico, que publicó hace solo unas semanas su más reciente disco de estudio Lovin’ You, se presentó en la antesala de Oasis en El Estadio Nacional.

En un show de 45 minutos enfocado en su ex banda, The Verve, sonaron las canciones más conocidas: Sonnet, Lucky Man, The Drugs Don’t Work y el cierre con Bitter Sweet Symphony. Quedamos con gusto a poco. Aunque nos dejó ilusionados luego de mencionar que espera volver por su propia cuenta el próximo año. Ojalá se concrete, porque Richard Ashcroft es una artista al que me gustaría ver en un concierto como artista principal.