No se habla de política, religión ni fútbol en la mesa. Son temas que despiertan pasiones y pueden generar acaloradas discusiones, peleas y momentos desagradables. Para que la mesa sea un lugar tranquilo y agradable, es mejor no hablar de ciertas cosas, ¿verdad?
Yo creo que la conversación política es más que necesaria y no solo en época de elecciones. Quizás una de las causas del bajo nivel de muchos políticos es que no hablamos lo suficiente sobre política y su importancia en la vida cotidiana, como nos afecta en gran parte de lo que hacemos cada día. ¿Y qué mejor lugar para tener esas conversaciones que en la mesa, el punto de encuentro de familias y amigos?
